
Dos poetas se disputaban la Manzana de la Discordia y el Hueso de la Disputa, porque ambos estaban muy hambrientos.
- Hijos míos -dijo Apolo-, repartiré los premios entre ustedes. Tú -dijo al Primer Poeta- sobresales en Arte: toma la Manzana. Y tú -dijo al Segundo Poeta-, en imaginacón: toma el Hueso.
- ¡El mejor premio al Arte! -dijo el Primer Poeta, con aire triunfante, y tratando de devorar su premio se rompió todos los dientes. La Manzana era una obra de arte.
- Eso demuestra el desprecio de nuestro maestro por el mero Arte -dijo el Segundo Poeta, sonriendo.
Trató de roer su Hueso, pero sus dientes lo atravesaron sin encontrar resistencia. Era un Hueso imaginario.
Ambrose Bierce, Fábulas Fantásticas, 1899.
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