5.10.07

Personalizando el desprecio


Alguien se ha dado cuenta de que eso no sucedió, que lo inventaron para tenerte incómoda, acalambrada y discontinua. Colocas música en tus oídos y decides ignorar el dolor, te estiras y ya estás tirada en el suelo.

Aunque ya te lo dijeron, tu aún no crees que eso sucedió, "Pero si todo estaba ahí, si yo lo vi, lo toqué", dices; tratando de ocultar tu desespero; de todas formas no cierras los ojos; quieres estar segura de que lo que ves está ocurriendo para que luego no te digan que eso no ocurrió. Que estuve ahí.

Ahora te estoy tocando. Maltrato mi mano con la suavidad de tus carnes. Tiemblas de mentira, engañando el impulso y sofocando el sinsentido. Quiero y lo hago: retiro mi mano pero tu, violenta no me dejas, quieres estar segura de que no deje de tocarte, al menos en este momento.

Sigues escuchando música y llega el día más pleno, no te toco y me dicen que nunca lo hice. Que tenía razón, que no fue nada. Es una gran noticia, cuando te la digo tu decides dormir. Después de nunca hacerlo.

No hay comentarios: