9.10.08

Persecución

Voy a tratar de que me digas el interés que tienen esas horas que me persiguen. Creo que en los minutos he visto que los cuatro cuartos de hora se han hablado y han reservado sus misterios pero yo he leído sus labios, han dicho que quieren tener un secreto y que quizás yo tengo uno y que, sea el que sea, me lo arrebatarán para hacerlo público. Pero aún no entiendo por qué me persiguen, por qué se molestan en venir tras de mí, si mi secreto igual no les servirá de nada, ellos lo saben, ellos fueron testigos del instante en el que el secreto ocurrió y fue público por escasos minutos.

Porque el tiempo ha pasado y yo sólo he sabido ocultarme. Vivir pasiones. Muchas expuestas y otras más ocultas. He disfrutado, sin embargo, de los brazos que me rodean y de las sonrisas que me embargan. Con eso he tenido y ahora revelo el misterio, no el mío pero sí el de las horas que me persiguen.

1 comentario:

Pupila dijo...

No sólo el secreto no les servirá de nada, sino que sus vidas son más aburridas siempre, porque no son los perseguidos por las horas sino los perseguidores.


Kundera dice en La insoportable levedad del ser: “cuando una conversación privada ante una botella de vino se emite públicamente por la radio,¿qué explicación puede darse sino la que el mundo entero se ha convertido en un campo de concentración? El campo de concentración es un mundo en el que las personas viven permanentemente juntas, de día y de noche. La crueldad y la violencia no son más que rasgos secundarios (y no imprescindibles). El campo de concentración es la liquidación de la vida privada. (…) el campo de concentración no es algo excepcional, digno de asombro, sino, por el contrario, algo dado de antemano, básico, en lo que el hombre nace y de lo que sólo logra huir poniendo en juego todas sus fuerzas.”

Algunos seguiremos con las pasiones expuestas y ocultas. Que ellos sigan persiguiendo y arrebatando secretos o mentiras. No importa.
La vida, la fuerza y la verdadera felicidad están precisamente en ser lo contrario, en ser el que vive huyendo y no el que vive arrebatando.

Un abrazo flacuchento, sonrisa de cara e’ J